El "Padre de la catequesis" como muchos lo consideraban, fue la historia viva de la Iglesia de Salta que procuraba cambios en la comunidad, dedicó tiempo y esfuerzo a la formación de laicos en pos de la Nueva Evangelización y formó "Grupos misioneros Itinerantes".


    Con su mirada penetrante y su firmeza a la hora de dialogar y sentar su pensamiento, Oscar Correa, fue un abanderado de las causas por los derechos humanos y su lucha por los más humildes.

    El sacerdote, Oscar Daniel Correa, oriundo del departamento La Viña, nació un 16 de julio de 1928 y falleció este lunes en horas de la noche en la capital salteña a los 82 años de edad.

    "En su persona destacamos haber sido un hombre abierto al soplo del espíritu santo del Concilio Vaticano II. Reconocemos en él al primer catequista del Concilio, que supo interpretar, adaptar y llevar adelante la renovación de toda la Catequesis. Para ello dedico tiempo a su formación personal, en lugares como Roma, Chile y Ecuador", manifestaron las hermanas Nati y Sandra de la Congregación Hijas de Santa Ana de Rosario de la Frontera.

    Oscar Correa fue ordenado sacerdote el 7 de noviembre de 1952, a partir de allí desarrollará su ministerio en la ciudad de Oran como teniente Cura, en Rosario de la Frontera como párroco, donde servirá pastoralmente por 22 años. Luego es trasladado a Chicoana como párroco y su última parroquia de destino fue la Parroquia María Reina y San Francisco de Sales, del barrio El Tribuno; atendiéndola desde el barrio Santa Ana.

    El Concejo Deliberante y el pueblo de Rosario de la Frontera le realizaron un homenaje en vida el día 16 de julio del año pasado en la Biblioteca Popular "Domingo Faustino Sarmiento".

    En Rosario de la Frontera su trabajo incansable lo llevó a emprender diferentes obras en bien de la comunidad: Reorganizó la acción Católica Argentina, formó el Movimiento Rural de Acción Católica, gestionó la creación de la escuela de Comercio Nuestra Señora del Rosario, trabajó en la creación de la escuela Parroquial de Canteros junto al grupo rural, y a personas de la Primera y Segunda Sección, atendió la zona rural del departamento de manera incansable, trasladándose, en algunas ocasiones a lomo de burro. Visitó todos los parajes rurales con un solo objetivo llevar la Palabra de Dios a sus hermanos.

    Además colaboró en la creación del "Devocionario Catequístico del NOA e inicio el instituto de formación catequístico Pablo VI. Agencia de Noticias